viernes, 24 de agosto de 2012

Hijos del zapping



Hoy he ido a la peluquería, para sentirme otra vez como una actriz de cine negro en las manos de Fess.

Soy una chica complicada, y con el pelo, no iba a ser distinto. Como con tantas otras cosas, hago un riguroso casting y una vez encuentro al mejor, no lo suelto. Los que me conocen bien lo saben y por eso van al mismo mecánico, al mismo dentista, al mismo japonés, al mismo gestor,.. al mismo de todo.

A Fess lo descubrí por casualidad al acompañar a un amigo a cortarse el pelo en un sitio para guiris. Acababa de llegar de Dubai a Barcelona, por amor, y aunque se dedicaba a la moda había fichado por ese local de barrio.

Desde entonces ir a la peluquería es un placer. En sus manos soy una diosa, y él, mi creador.

Hoy estaba soñador. Me ha dicho que se largaba en un mes a vivir a Londres. Bueno, he pensado, no está tan lejos. Iré cada tres meses. Pero no, piensa ir a allí a hacer dinero y luego quiere hacer dirección artística un año. En cuanto termine ese año su idea es mudarse a Hawaii a terminar su formación como submarinista (que no se él, pero tengo la misma certificación y no sabría volver sola ni a la superficie) y una vez fuese submarinista profesional, su idea es mudarse al sur de Tailandia donde unos amigos tienen un hotel.

Lo iba mirando mientras soñaba despierto y pensaba en qué momento se daría cuenta de que tenía un don con las mujeres muy cotizado y que oler a neopreno todo el día no compensaba nada, aunque fuese viviendo en el océano índico. Yo ya había hecho ese viaje mental antes. En mi caso era en el Sinaí y luego ya se vería.

- ¿Cuanto tiempo llevas aquí trabajando Fess?
- A year and eight months.

- ¿What do you think of local men?

- Very boring here sweetie.


Claro. Todo cuadraba. ¿Quién era yo para poner en duda sus fantasías teniendo esa edad cuando a mi me pasaba lo mismo? A los tres meses ya me sale el proyecto de turno por las orejas, y al año y medio tengo tal depre que lo mejor que puede pasarme es que me despidan. He sido productora, jefa de producción, reportera, redactora, científica amateur, viajera incansable y ahora ayudante de dirección. Y si mañana surgiese algo nuevo muy interesante para allí que me lanzaba.

Un año y ocho meses en el mismo trabajo es una eternidad.
Vivir sin amor en invierno, un suplicio.

Me acuerdo hace años que nos quejábamos de que no teníamos nada por lo que luchar. Ahora los tiempos han cambiado. O no sé si antes también pasaba y es algo que sólo notas sobre los 30. Quizás el reinventarse es necesario para los gays y para las mujeres sin hijos. Yo que sé. A lo mejor como el curro que hay no es para volverse loco, pues también se hace necesario ir variando. No lo sé.

Lo que si sé es que no voy a aceptar un trabajo fijo ahora mismo. Que la idea del libro sobre cineastas de ahora coge forma. Que me largo a Berlín a ver a Anaïs. Y luego a Madrid a trabajar. Que todo es posible. Que cuando me lavan el pelo se me activa el lado derecho del cerebro. Y que vuelvo a estar lista para todo.

Así que gracias Fess, por tantas revelaciones. Ha sido un placer conocerte.


Breve guía para los 30 años.




Hay momentos en la vida en los que me hubiera gustado que me pasase como al nuevo Ministro de Magia en los libros de Harry Potter. Justo al ser nombrado, el hombre llega a su nuevo despacho y antes de sentarse se le aparece el Guía Sabio de los Ministros de Magia. Le pone al día en cuestiones urgentes y le cuenta varios secretos, algunos un verdadero marrón, que le ayudarán en su mandato. Le dice además que si se ve muy apurado que le convoque, que le irá asesorando del tema.

Pues bien, hacer treinta años es uno de esos momentos donde estaría bien que te regalasen esta mini-guía, para ahorrarte sorpresas y tomar consciencia antes de que sea demasiado tarde.

Puntos a tener en cuenta:

1.- Tu cumpleaños. Cumplir 30 es una fecha que marca, así que prepara algo a tu estilo porque te acordarás de ese día y con quién estabas igual que te acuerdas del 11-S. Y sonríe, mucho, 30 sólo se hacen una vez, la siguiente serán 31, y la otra 32 y luego 33. Eres joven, aún.

2.- Tu salud física. Entras en una etapa donde las resacas se convertirán en dolores dignos de ir a urgencias.
La espalda no perdonará ni una sesión más marationana de series y te vendrá a ver antes o después la ciática, que es cuando se pinza el nervio ciático, a la altura de la cadera, y te han de pinchar voltarén y atiborrarte a myolastán.

Si aún cenas patatas chips y cervezas o comes chuches en los cines empezarás a notar un dolor agudo en el estómago y a observar una lengua blanquecina. Efectivamente, ya no toleras las guarradas igual. El dolor de estómago es signo inequívoco de envejecimiento.

3.- El tabaco. De repente tu entorno deja de fumar. ¿Qué les pasa? ¿Es una moda? ¿Van mal de pasta? No. Se llama madurez e instinto de supervivencia. A partir de los 30 fumar en las mujeres es una barbaridad. Puede ser que no te pase nada y puede ser, mucho más probable, que desarrolles un cáncer y no llegues a los 40. Aparte de los dientes amarillos, carcomidos y el aliento a cenicero.

3.b.- Las drogas. Por favor, ya. Es patético ver a una mujer hecha y derecha drogada. Ya está, ya lo has hecho. Además ahora necesitas más un vestido en condiciones que pagar 50€ por un nespresso en línea.

4.- Tu rostro. ¿Has oído hablar de las manchas faciales? ¿No? Pues en la próxima comida familiar excruta a tu madre/tías y abuelas. ¿Ves esas  manchas marrones? Son como muchas pecas juntas. Hasta ahora para ti eran impercetibles, pero te aseguro que si te salen a ti te las vas a ver como si tuvieses un alien pegado a la cara. Solución: NUNCA MÁS tomar el sol a las horas cancerígenas y sin protección 50.

5.- Los complejos. Me veo los brazos gordos, he engordado en la barriga, me ha salido un poco de celulitis, tengo venitas marcadas, se me ven ojeras, blablablabla… es el momento de que te pongas en la cabeza que todo esto va a ir a más, mucho más si no te pones las pilas, lo que es lo mismo a no beber alcohol a destajo, no fumar, comer bien y a las horas, dormir 8horas y hacer ejercicio. Ahora estás super buena, creéme, pero espera a los 35.

6.- Lo bueno (que también lo tiene): el trabajo. A partir de los 30 y casi sin darte cuenta has acumulado unos años de experiencia laboral en todos los sentidos. Ya has perdido trabajos, hecho un montón de entrevistas, tenido compañeros geniales y también sufrido arpías de oficina. A partir de ahora se te tomará más en serio y nadie se atreverá a ofrecerte un sueldo de mierda por debajo de los 1.000€. La veteranía se paga.

7.- El amor. Delicadísimo tema. Mi consejo es que te quedan 10 años si quieres ser madre, así que sin prisa pero sin pausa. ¿Quieres aprender francés, hacer un máster y visitar Sulawesi? Hazlo, ya.
Tema novios, es como el trabajo. Ya has pasado por capullos, has picado piedra, te has humillado, te han tratado como una princesa, has vivido con un chico, te has peleado con tres… Empiezas a saber lo que quieres y lo mejor, lo mucho que vales y eso pone.


Postdata: si alguien te suelta eso de “los 30 son los nuevos 20” no hables más con esa persona. Los 30 son los 30. El momento si no lo has hecho ya, de tomar las riendas de tu vida y hacer de ella algo significativo para ti y los demás, es decir, vivirla a fondo.


viernes, 30 de diciembre de 2011

Mini-manual de producción audiovisual.

O cómo triunfar en el show business catalán teniendo en cuenta 10 simples sugerencias.




Primera: Sé lo que quieras ser: si quieres ser productor ejecutivo, no hagas de runner, abre una empresa. Nadie va a ponerte en el sitio que sueñas ni va a ascenderte por tus méritos.

Segunda. Tu caché lo pones tú. Ídem que en punto 1: nadie va a pagarte más porque lo estás haciendo muy bien, te quedes hasta tarde o hayas cerrado un presupuesto por debajo.

Tercera. Nunca es cierto lo de "es que no hay más dinero". Nunca.

Quarta. No trabajes jamás gratis. Es anti de producción.

Quinta. Tu respuesta autómatica a todo es "sí" o "claro" o "por supuesto" o "esto suena genial, vamos a ello". Luego todo cae por su propio peso.

Sexta. Apúntate a un curso de protocolo zen, practica sexo antes de cada reunión o hazte actor/iz, pero, jamás te enfadarás, menos, con el director.

Séptima. Rodéate de los mejores o por lo menos, de los que tengan mejores recursos. Investiga, entrevistalos, piensa, y pon a la gente a prueba. Tener el mejor equipo es lo más importante, tómate el tiempo que haga falta aunque estés en algo que parezca que sea para ayer.

Octava. Tus figuras clave en rodaje: el jefe de producción y la ayudante de dirección.

Novena. Utiliza la información como te vaya mejor, recuerda que sólo tú tienes todos los puntos de vista.

Décima. Ahora que ya tienes el respeto gracias a la calma y buenhacer, piensa que el presupuesto es algo que nadie más conoce. Ése es tu poder.



*Todo este rollo vale la pena. Hacer cine o audiovisuales es un estilo de vida, no una profesión. Explicas algo que te inquieta y el hacerlo es muy artesanal y distinto. También es un tipo de vida gamberro, divertido, puedes ir vestido como te dé la gana, no hay horarios, no hay un sitio fijo, es emocionante, además conoces gente, viajas, te pasan cosas raras y queda genial decirlo en la barra de un bar.