jueves, 30 de diciembre de 2010

Recuento guay en datos del 2010.

Ante todo, ratifico que sé perder el tiempo estupendamente.

2010 es el año que más veces he estado enferma de verdad e imaginariamente. Lo que ha provocado que dejase el trabajo, las drogas y la nicotina. Ahora estoy en paro, sólo tomo café y me subo por las paredes de día mientras sueño que fumo sin parar por las noches.

También, en los últimos meses he vivido en 6 pisos distintos y he dormido, un año más, en innumerables sofás. De estas experiencias concluyo que:

La cama de Isabel es la mejor de este año, del anterior y de los últimos 5. Roble macizo de 2 metros x 2 metros, colchón tipo futón de látex y un 5% de algodón, ropa de cama suave y de colores bonitos, almohadas de pluma de oca y la entrada de una luz indirecta hacen de su dormitorio un sitio sagrado a venerar (por mi al menos).

El puesto para el mejor sofá del 2010 está reñido. En “Can Peligro” tienen uno en forma de L y tacto de toalla rizada que está muy bien. Varandelins tiene otro parecido y con gato cariñoso incorporado. Pero mi padre usa uno feo, feísimo de piel verde botella y de aspecto hortera, que es la hostia. Es arrimarse y caer en coma, así que Primer Premio de Sofá de Castelldefels (morada paterna).

Los compañeros de piso son un género aparte. Mención especial para el Hombre del Comedor, un tipo extraño que habitaba en el hogar de Rubia Preciosa, muy amigo del tipo que sólo se alimenta de papillas o chocapic porque así no ha de cocinar.

“Te lo llevo” es un servicio de mudanzas y arreglos en el hogar compuesta por 5 brasileños jóvenes, cachas y muy simpáticos y un catalán. Sin lugar a dudas, después de varios traslados, la empresa del año.

Descubrimiento alimenticio del año: Turrón de yema y crema de la pastelería Foix. Eso es perfección hecha azúcar y los demás turrones, basura. Un lujo para personas con paladar.

Momento más gremlin: sin lugar a dudas, el post-primavera sound. Relatado en “Las braguitas del mes punk”.

La mejor y peor película del año: difícil. Me he dormido en muchas. Me ha sorprendido gratamente Shutter Island porque puedes dormir en el medio y sigue teniendo coherencia el discurso fílmico. Casi me atrevería a decir que gana.

La canción del año es un descubrimiento reciente, de hace unas horas de hecho. Se trata de una versión de un temazo cantado por La Lupe, ese pedazo de vozarrón cubano que en paz descanse. Pa’ bailarlo, pinchar aquí.

El 2010 también pasa a la historia por ser el primero que tengo marido y esposa. Henry Write y Rubia Preciosa. Si eso no es estar casada, que venga Ratzinger y lo niegue.

A este año que termina, darle las gracias. Ha sido incluso mejor de lo que esperaba. Y me lo dedico a mí, porque empezó increíble y lo terminaré con la cabeza bien alta.

Para el 2011 me pido estallar en éxito. Montármelo de puta madre, que vuelvan las pesetas y que el mundo vaya un poco menos mal.

También quiero viajar mucho, reírme más de todo y besos y abrazos a tutiplén.

Amén & Feliz Año Nuevo.


domingo, 26 de diciembre de 2010

Salto de Fe

Rubia preciosa explicó una de las historias más crueles que he oído sobre el amor infantil.

A los siete años, ella, criatura salvaje que corría feliz por el campo, fue solicitada como novia por un niño de su clase. Pau. Alto, inteligente, guapo, mayor que ella. De 7 años y medio ya. Rubia Preciosa se sintió elevada en el firmamento de las escogidas, ella, cenicienta sucia y proletaria. Un honor y una felicidad indescriptible llenaron su tierno corazón, y sonrojada, le dijo que claro, que sería su novia.

Esa tarde, cuando los mayores les vieron juntos en el patio, recriminaron a Pau por ir con la rara de la escuela. Pau entonces le dijo a R.P. que serían novios en secreto, que al día siguiente cortaría con ella en la hora del recreo, cuando más gente había, pero que le guiñaría un ojo, para que supiese que era falso, que en realidad el suyo era un amor secreto.

Al día siguiente tal como dispuso Pau, cortó con ella en el patio, y cuando ella le guiñó el ojo, le ratificó que no, que iba en serio y que no le hiciese señas extrañas.

Ese fue el primer momento que Rubia Preciosa experimentó la humillación por amor, y la lección, le quedó bien grabada.


Ay, el Amor.

L’amourrrrrrrr… Hacer cucharilla por las noches. Los besos por la mañana. Cogerse de la mano. Acariciar. Que te acaricien. Dar. Recibir. Sentir. Ser. Hacer. Querer. Amar.

17 millones de usuarios en el Badoo esperan encontrar sexo.

349 millones del Meetic, su media naranja.

Seiscientos años de filósofos rompiéndose la cabeza con el tema.

Miles de litros de lágrimas.

Movimientos artísticos.

Novelas.

Películas.

Miles de euros gastados en celebrar uniones.

El creador de Chocolat Fudge de Ben & Jerry’s, forrado.

Suicidios.

Arrebatos.

Locura.

Prozac.

Nacimientos de nuevos seres.

¿Por qué no me enamoro? Se pregunta a veces Rubia Preciosa conmigo delante.

Pues bien, preciosa mía, yo creo que es porque eres una de las personas más lúcidas que conozco. Esto raro del amor es algo así como entrar dentro de una película. De hecho, es como la escena del puente de Indiana Jones y la última cruzada. ¿Te acuerdas? El papá de Indie, Sean Connery, está fatal, a punto de morir, y sólo el cáliz que convierte en inmortal a quién lo bebe puede salvarlo. Indie va a buscarlo, pero para llegar a él tiene que atravesar un precipicio que sólo se puede salvar con fe. Me explico: su padre le ha explicado en el primer acto que sí existe un puente, sólo que no se ve, y que para pasar al otro lado tiene que creer de verdad que existe ese puente. Si hace el intento y no se lo cree, caerá en el abismo. Pues con el amor igual! Hay un puente invisible, y tú quieres pasar al otro lado, te da que hay premio seguro, uno gordo, pero oh, cuidado, para pasar hay que tener fe, mucha fe en la persona que te dice que seguro que no caerás. Tú miras abajo y te estremeces, porque no se ve el final del precipicio. “Está loco”, piensas, y eso te salva de la hostia letal que es tener fe en alguien que ni siquiera te ha pedido que cruces. Pides pruebas de confianza para tener ese acto de altruismo. Normal, estamos hablando de lanzarse al vacío. No hay vuelta atrás en ese salto. Es lógico que te lo pienses dos veces antes de tirarte.

La gente está loca. Y desesperada por no estar sola. Y eso crea mucha confusión con el lenguaje, y autoengaños por la cara. Él dice “son las tres menos cuarto” y ella se tira de cabeza al puente. ¡¡Plafff!! Tres costillas y el ventrículo izquierdo hecho trizas. “Pero si ha dicho que me quiere todo el rato, no entiendo nada”. Y al revés también. Da igual que seas pobre, rico, americano o de Vanuatu. El mundo está lleno de extremistas emocionales: Masoquistas. Inconscientes. Inmaduros. Y así nos va, o nos ha ido a algunos durante un tiempo.

Tú, mi amor, estás protegida desde los siete años por la cordura. Y menos mal.

Indiana Jones y la última cruzada.

martes, 21 de diciembre de 2010

En la mina.

*El siguiente post es para Henry Write, que dice que las mujeres no sabemos lo que es haber sido un hombre y haber picado piedra. Cierto, soy una mujer, no un hombre, no sé de vuestras penúrias, pero te digo que algunas, pardillas nosotras, hemos picado mucha, muchísima piedra y que es peor, porque no es nuestro sitio.

La definición del Wikipedia:

Se denomina minero a la persona que se encarga de excavar minas para extraer minerales.

Las principales ocupaciones de un minero incluyen taladrar la roca con picos y palas o utilizando herramientas eléctricas para extraer el mineral, apuntalar los túneles con soportes de madera para impedir su derrumbe, desplegar vías para el transporte de la piedra o cargar el mineral en vagonetas para su transporte al exterior. El trabajo de un minero en el interior de la mina es duro.




La historia:

Corría el año 2007, para ser concretos estamos en la noche del estreno en el Festival de Sitges del Orfanato. Yo llevaba varios días instalada en el pueblecito costero ayudando a ex novio director y a amigo productor a conseguir contactos internacionales para coproducir una película. Esa noche iban a estar muy ocupados saludando a gente, pues venía toda la fauna y flora de la cinematografía catalana, así que desde bien temprano, me mezclé con el gentío a la espera de ver a algún grupo de amigos al que poder unirme sin que se dieran cuenta para ver la proyecciónn. Pronto localicé a uno muy divertido y como quién no quiere la cosa, me senté a criticar con ellos nosequé. Tomamos algo, vimos la peli, nos colamos en la fiesta que hacían después y con la gracia que da saber que en realidad cuando se acabe todo te esperan para ir a dormir, me reía y disfrutaba de la noche con uno en concreto del grupo del amigo divertido.

Uno en Concreto flipó bastante cuando me marché y supongo que por esas cosas del ego masculino y el reto no logrado, estuvo un tiempo enviándome mensajes y bonitos mails para volver a quedar. Quedamos, no porqué me acordase de él si no porque era muy gracioso, y a mi el humor me puede. Recuerdo como si fuese ayer estar en un local y verlo bajar por las escaleras. Se parecía a Alain Delon pero con el pelo un poco más largo. Incluso me giré hacia atrás por que no las tenía todas de que fuese conmigo con quién hubiese quedado ese chico.

Alain Delon 2 era un amor. Me contó que jugaba a basket semi-profesionalmente y que salía de una relación de 10 años. Que se había comprado una casa fuera de Barcelona, en un pueblecito en la montaña y que lo único que ocupaba su corazón por el momento y sin intención de ampliar la plantilla, era su gata, Nina. Tenía ocho mil quinientas barreras para no volver a sufrir y sin embargo se pidió otra copa y me hizo tres chistes más.

La noche se alargó. Mucho. Y a partir del día siguiente los mensajes y los mails se repitieron por decenas a la semana durante atención, 6 meses. Si no le hacía caso, me escribía, me decía cosas dulces y me hacía reír hasta que le invitaba a salir. Entonces ponía cualquier excusa, normalmente el basket (así pasó de ser Alain Delon a ser el Basket). Yo me sentía fatal por el rechazo, pasaba de él y otra vez la misma rueda. Mientras, hacía mi vida, pero el imaginario del imposible era potente en esos entonces, y yo le suponía mil cualidades inventadas e imbatibles que iban por delante de las reales que pudiese tener otro chico que sí quería quedar conmigo en persona. Pero a mi me gustaba el Basket. Era tranquilo, muy divertido y de valores nobles. Y no daba el brazo a torcer.

*****

Llegó un momento que incluso escribía primero yo, y al final, pasaba lo de siempre.

Un día mandé a la mierda al Basket. Él se sorprendió mucho. Y ahí se acabó la tontería.

Hace poco iba con mi hermana a comer por el centro, íbamos leyendo los carteles donde anuncian el menú los restaurantes y al subir la vista de uno de ellos, me encontré de cara al Basket. Me tenía a menos de medio metro y no me reconoció. Eso o es un tremendo actor.

Las conclusiones:

Todos y todas hemos picado piedra, un poco al menos, y hemos estado de los dos lados, de minero y de mina. Yo también he sido mina, me acuerdo una vez que se enamoró de mi el chico del videoclub de delante de casa en Austrailia. Pasé de no tener nada, a televisor enorme, vhs o dvd, no recuerdo con qué veíamos las pelis en esa época, un pase all can you see más invitaciones a fiestas, de todo… incluso quería presentarme a sus padres. Es agradable que te alimenten el ego pero muy feo dar falsas esperanzas. Las cosas claras por favor, que hay mucho por disfrutar y pocas ganas de perder el tiempo.

Como direcciones vitales en este campo, tengo 3:

De Rubia Preciosa-> ella incorpora a su quehacer sentimental responder según el deseo de su objetivo. Le pone gustar. Se alimenta del deseo. Y a mi me parece muy sano.

De un libro sobre relaciones entre hombres y mujeres-> explican que las relaciones, también las de amistad, deben ser vistas como un partido de algún deporte. Has de tener presente siempre el marcador, porque si sumas muchos puntos, vas a esperar lo mismo, así que hay que ir despacio, dejando que se equilibre el resultado. Que no hay puntos por el otro bando, pues cambio de jugador.

Propia-> yo procuro estar atenta a quién me pide jugar conmigo.

Y repito por enésima vez: Solomillo – Quieto, muy quieto - Escaparate.

Bibliografía recomendada.

*El efecto groupie o de alimenta-egos está muy bien explicado en este capítulo de How I Met Your Mother (sitcom yanqui de la CBS)-> Temporada 5, capítulo 16 "El Anzuelo"

*Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cosas que nunca pensé que comería y que ahora alucino que haya pasado tantos años sin ellas.


Este podría ser un post sobre sexo. Pero no. Va sobre comida.


Mi vida se ha regido por el blanco o el negro. Por el todo o nada. Por el amor más exagerado o la indiferencia absoluta. Y con la comida, claro, no iba a ser menos. El tener dos personas contrarias dentro de una misma despista mucho a los conocidos. Un realizador con el que haya trabajado en época de nervios, delgadez y descontrol me recordará como alguien capaz de pasar dos días con un conglomerado de crispis de chocolate y varias cervezas como único sustento. Otro con el que hayamos compartido una producción más tranquila, sabrá cómo me las gasto en los restaurantes. Conozco los platos, los chefs, las escuelas de cocina de la zona y hasta puedo describir los diferentes matices de un plato del Noti. Y eso que fumo y dicen que la nicotina atrofia el gusto, además del olfato. Bueno, quizás he exagerado un poco, pero vamos, por ahí va. Soy tan repelente con la comida que de pequeña me llevaba una pasta concreta si iba a pasar el fin de semana a casa de una amiga por si su madre hacía sopa. Pero eso tiene tanta miga que merece una explicación aparte. Ahora bien, también podría comerme a un compañero sin problemas en caso de accidente aéreo rollo Viven.

Lo único que no me gusta es el queso. Me encanta su textura, a nivel visual, la delicadeza con que se come, que en Francia los adoren, que la pizza sea quizás, la comida más cool y romántica sobre la faz de la tierra, la sencillez perfecta de un sandwitch bikini y la nata, tan sexy. Pero no puedo con su olor, y eso me ha hecho rechazar otros alimentos que guarden cualquier parecido con los lácteos durante décadas.

Por suerte, hubo tres momentos clave en mi vida, que por casualidad, como en los grandes descubrimientos, abrieron las puertas de mi estrecho cerebro.

1.- El primer descubrimiento vital sucedió en una playa de Formentera hace 5 años. En esos entonces estaba con la única persona suficientemente interesada en los misterios del mundo como para ser mi pareja, y lo único que había para comer a muchos kilómetros a la redonda, eran bocadillos de aguacate. Por desgracia nací con hambre, mucha hambre, así que sólo le costó un par de horas convencerme que eso verde era una hortaliza y que aunque de aspecto cremoso, no contenía ningún lácteo. Todavía no sé si me alegro o no del hallazgo. Dios. El aguacate. La perfección hecha ¿verdura? ¿fruta? Qué más da. El caso es que crece en árboles, es natural, es suave, se deshace en la boca y combina con todo.

El aguacate desde entonces ha pasado a ser mi top one en hortalizas.*

2.- Años más tarde, a mis 30, vino a Barcelona una buena amiga que había vivido mucho tiempo en Francia. Su paladar, digno de mi confianza, me hizo probar su plato preferido. Y cómo no iba a hacerlo, después de ir al Mercado de la Boquería, hablar con los tenderos, llamar a un amigo cocinero francés y que preparase lo que iba a desterrar, para siempre, al chocolate consolador. El foie. Fuuuuuuuá. Otra sorpresa y otra bofetada a mis prejuicios imaginarios sobre los alimentos con aspecto cremoso o blanditos, susceptibles de contener lácteos. El foie es… es... es lo más. Huele único, como el perfume a puta de lujo francesa que usa Rubia Preciosa en su habitación. Sabe a algo por lo que merece muy en serio estar viva. Y compartirlo es erótico, aunque no sé si los otros comensales experimentan un placer parecido porque estoy muy concentrada en lo que siento yo.

Lo malo del foie es que engancha. Lo bueno es que las reuniones de trabajo con Cicatriz que son semanales y constan de foie con vino, no se las salta ni dios.

A día de hoy, también he de decir, que Rubia Preciosa y yo estamos a un paso de ir directas al infierno de los patos.

3.- El último descubrimiento fue hace nada, apenas un mes. Trabajando por amor al arte en un proyecto de cine, mi buena acción fue recompensada en forma de cuarenta y dos kilos de puro talento a sumar en mis equipos de rodaje. Descubrir y fichar cracks, me encanta.

Super Ayudante de Dirección es la mesura hecha mujer. Es coherente con sus principios y entre ellos están el ser perfecta en su trabajo y comer de manera sana. Sanísima y vegetariana estricta además. Mi instinto explorador hizo que mantuviese a raya las críticas por estar tan delgada o por no emborracharse y un día, la invité a cenar a su sitio preferido. Por agradecimiento y porque quería sentir ese equilibrio dentro de mí. Me llevó a un sitio que se llamaba "l'Hortet”, traducido, "La huertecilla". Situado en el centro canalla de la ciudad tenía un servicio y un público femenino de aspecto medio lesbiana, medio recepcionista, medio soy de pueblo. Después de tres cuartos de hora, me decanté por un plato de verduras ecológicas con fideos de nosedónde y tofu. No era mi primer encuentro con el tema tofu. Lo había visto flotar , molestando, en la sopa miso. Sabía a lo que me enfrentaba: cuadraditos blancos, blanditos, y llamados (por algo sería) el queso japonés. Pues nada, pensé, lo aparto y listos.

- Tienes que probarlo. Es blablabla y lleva blablabla. Te juro que no sabe a queso. Es soja concentrada.

Uf. Venga, vamos allá. Si ella lo dice, yo lo pruebo.

Y el local de lesbianas recepcionistas de pueblo cambió. Era un local de sabias. El tofu ahumado de las verduras era salud y ellas sus acólitas. Nunca una comida me sentó tan bien.

Cada vez que descubro algo nuevo que me entusiasma pienso en todo lo que todavía me queda por conocer y me alegra mucho. Me voy feliz a dormir. Mucho más que cuando aprendo algo nuevo sobre mi MacBook.


*sé que el aguacate es una fruta. Era una licencia "artística".