martes, 21 de diciembre de 2010

En la mina.

*El siguiente post es para Henry Write, que dice que las mujeres no sabemos lo que es haber sido un hombre y haber picado piedra. Cierto, soy una mujer, no un hombre, no sé de vuestras penúrias, pero te digo que algunas, pardillas nosotras, hemos picado mucha, muchísima piedra y que es peor, porque no es nuestro sitio.

La definición del Wikipedia:

Se denomina minero a la persona que se encarga de excavar minas para extraer minerales.

Las principales ocupaciones de un minero incluyen taladrar la roca con picos y palas o utilizando herramientas eléctricas para extraer el mineral, apuntalar los túneles con soportes de madera para impedir su derrumbe, desplegar vías para el transporte de la piedra o cargar el mineral en vagonetas para su transporte al exterior. El trabajo de un minero en el interior de la mina es duro.




La historia:

Corría el año 2007, para ser concretos estamos en la noche del estreno en el Festival de Sitges del Orfanato. Yo llevaba varios días instalada en el pueblecito costero ayudando a ex novio director y a amigo productor a conseguir contactos internacionales para coproducir una película. Esa noche iban a estar muy ocupados saludando a gente, pues venía toda la fauna y flora de la cinematografía catalana, así que desde bien temprano, me mezclé con el gentío a la espera de ver a algún grupo de amigos al que poder unirme sin que se dieran cuenta para ver la proyecciónn. Pronto localicé a uno muy divertido y como quién no quiere la cosa, me senté a criticar con ellos nosequé. Tomamos algo, vimos la peli, nos colamos en la fiesta que hacían después y con la gracia que da saber que en realidad cuando se acabe todo te esperan para ir a dormir, me reía y disfrutaba de la noche con uno en concreto del grupo del amigo divertido.

Uno en Concreto flipó bastante cuando me marché y supongo que por esas cosas del ego masculino y el reto no logrado, estuvo un tiempo enviándome mensajes y bonitos mails para volver a quedar. Quedamos, no porqué me acordase de él si no porque era muy gracioso, y a mi el humor me puede. Recuerdo como si fuese ayer estar en un local y verlo bajar por las escaleras. Se parecía a Alain Delon pero con el pelo un poco más largo. Incluso me giré hacia atrás por que no las tenía todas de que fuese conmigo con quién hubiese quedado ese chico.

Alain Delon 2 era un amor. Me contó que jugaba a basket semi-profesionalmente y que salía de una relación de 10 años. Que se había comprado una casa fuera de Barcelona, en un pueblecito en la montaña y que lo único que ocupaba su corazón por el momento y sin intención de ampliar la plantilla, era su gata, Nina. Tenía ocho mil quinientas barreras para no volver a sufrir y sin embargo se pidió otra copa y me hizo tres chistes más.

La noche se alargó. Mucho. Y a partir del día siguiente los mensajes y los mails se repitieron por decenas a la semana durante atención, 6 meses. Si no le hacía caso, me escribía, me decía cosas dulces y me hacía reír hasta que le invitaba a salir. Entonces ponía cualquier excusa, normalmente el basket (así pasó de ser Alain Delon a ser el Basket). Yo me sentía fatal por el rechazo, pasaba de él y otra vez la misma rueda. Mientras, hacía mi vida, pero el imaginario del imposible era potente en esos entonces, y yo le suponía mil cualidades inventadas e imbatibles que iban por delante de las reales que pudiese tener otro chico que sí quería quedar conmigo en persona. Pero a mi me gustaba el Basket. Era tranquilo, muy divertido y de valores nobles. Y no daba el brazo a torcer.

*****

Llegó un momento que incluso escribía primero yo, y al final, pasaba lo de siempre.

Un día mandé a la mierda al Basket. Él se sorprendió mucho. Y ahí se acabó la tontería.

Hace poco iba con mi hermana a comer por el centro, íbamos leyendo los carteles donde anuncian el menú los restaurantes y al subir la vista de uno de ellos, me encontré de cara al Basket. Me tenía a menos de medio metro y no me reconoció. Eso o es un tremendo actor.

Las conclusiones:

Todos y todas hemos picado piedra, un poco al menos, y hemos estado de los dos lados, de minero y de mina. Yo también he sido mina, me acuerdo una vez que se enamoró de mi el chico del videoclub de delante de casa en Austrailia. Pasé de no tener nada, a televisor enorme, vhs o dvd, no recuerdo con qué veíamos las pelis en esa época, un pase all can you see más invitaciones a fiestas, de todo… incluso quería presentarme a sus padres. Es agradable que te alimenten el ego pero muy feo dar falsas esperanzas. Las cosas claras por favor, que hay mucho por disfrutar y pocas ganas de perder el tiempo.

Como direcciones vitales en este campo, tengo 3:

De Rubia Preciosa-> ella incorpora a su quehacer sentimental responder según el deseo de su objetivo. Le pone gustar. Se alimenta del deseo. Y a mi me parece muy sano.

De un libro sobre relaciones entre hombres y mujeres-> explican que las relaciones, también las de amistad, deben ser vistas como un partido de algún deporte. Has de tener presente siempre el marcador, porque si sumas muchos puntos, vas a esperar lo mismo, así que hay que ir despacio, dejando que se equilibre el resultado. Que no hay puntos por el otro bando, pues cambio de jugador.

Propia-> yo procuro estar atenta a quién me pide jugar conmigo.

Y repito por enésima vez: Solomillo – Quieto, muy quieto - Escaparate.

Bibliografía recomendada.

*El efecto groupie o de alimenta-egos está muy bien explicado en este capítulo de How I Met Your Mother (sitcom yanqui de la CBS)-> Temporada 5, capítulo 16 "El Anzuelo"

*Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus.

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