viernes, 17 de septiembre de 2010

sudar elimina el alcohol

Estar a las 4 de la mañana en un local bastante serena es un hecho extraordinario que me sorprende y me da gratas sorpresas. Está claro que sudar como una loca elimina la ginebra, sino, no se entiende.

Ayer, además de disfrutar viendo el fascinante baile de apareamiento humano desde una prespectiva más realista de lo habitual, tener conversaciones lúcidas, concertar un par de entrevistas, encontrar una maquilladora para un trabajo que tengo y no despeinarme, oí frases maravillosas como:


- Vaya, me he dejado el diente en casa.

- madre mía, es mi fin, en este bar aceptan tarjeta de crédito.

- hoy necesito cariño con penetración.

Si pudiese pedirme un superpoder, me pediría parar el tiempo, pero si pudiese pedir dos, el segundo sería ser invisible, para poder observar sin molestar, toda la noche, conversaciones y personas en estricto directo real.

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