domingo, 26 de septiembre de 2010

Tú paga, que yo sonrío.



Me gustan los hombres mayores. Están seguros de sí mismos y no tienen miedo de hacerte saber que les gustas.

Te admiran por tu condición de mujer joven y a la vez te rebajan comprando tu tiempo.

Algunas los llaman viejos verdes.

Yo no le veo nada de malo a disfrutar de la visión de la belleza femenina como si de un buen vino se tratase.

Es una relación simbiótica donde ambas partes obtienen lo que quieren.

Su conversación es siempre distendida e interesante.

Los hay que son verdaderos sibaritas con los que se puede compartir delicias sólo a su alcance.

Ya no tienen miedo al ridículo.

Ni problemas por pagar por lo que les gusta.

Ellos se sienten hombres.

Yo me siento reina.

1 comentario:

Unknown dijo...

A mi no me importaría sentirme rey siempre y cuando no estuviéramos hablando de una duquesa de alba o algún orco semejante. Incluso repetiría ;)